jueves, 10 de noviembre de 2016

Diario de un pobre diablo (10)


No es que el "efecto Trump" arrastre hacia arriba a los partidos "euroescépticos" europeos... es que arrincona al progresismo y al neoliberalismo y su repliegue crea ESPACIOS DE LIBERTAD en Europa. De la misma forma que la democracia llegó a España con cuarenta años de retraso, la formación de un partido identitario en nuestro país tiene toda la pinta de llegar con otros cuarenta años de retraso en relación a Europa. ¿Que son 40 años para la Historia con mayúscula?

El soberanismo catalán tiene como rasgo característico el ser más de pueblo que el tomillo. Es rasgo característico de la personalidad pueblerina el pensar que la propia población es el centro del universo y que todo lo que ocurra en cualquier parte de la Galaxia está vinculado al terruño. Véase este caso. Me he tenido que leer este artículo aparecido en correcto castellano en una web soberanista, para irme sorprendiendo. Hay en él cierto "seny" catalán (el reconocimiento de que si Obama recibió el premio Nobel de la Paz fue por consideraciones racistas -aunque sería mucho más justo decir que fue por discrinación positiva- ya que no había hecho absolutamente nada en favor e la paz), pero todo es para pifiarla diciendo apuntando que la victoria de Trump debería ser considerada por el soberanismo como una "oportunidad"... dado que Trump no alberga simpatías por la UE, eso debilitará a este organismo... que se opone a la independencia de Cataluña.


Si La Vanguardia optara por llamar "EUROESCEPTICOS" a lo que tilda de "extrema derecha", seguramente esta relación de telegramas de felicitación de grupos políticos europeos de esa orientación a la victoria de Trump sería mucho más correcta, justa ética correcta y exacta esde el punto de vista informativo. Ahí está.http://www.lavanguardia.com/internacional/20161109/411713459667/dopnald-trump-lideres-populistas-europeos.html

Algunos, cuando hablamos de la INEVITABLE HISPANIZACIÓN DE LOS EEUU no quieren creernos. No conocen aquel país. La hispanización está en curso, es inevitable y se está realizando a marchas forzadas desde 1980. Durante un año hemos estado oyendo que Trump era una amenaza para la población hispana, que pretendía expusarlos a todos, que su actitud era la del Ku-Kux-Klan: acabar con todo lo hispano, que si el "muro"... ejem. Los progres creyeron las inexactitudes y deformaciones que iban publicando los consorcios medáticos mundialistas y el día de las votaciones llegó lo inevitable: el llanto y el crujir de dientes. Los hispanos que votaron lo hicieron por Donald Trump. ¿Qué ha ocurrido? Que la población hispana es la primera en desear que el proceso de hispanización sea ordenado, que no se apelotonen inmigrantes en los aeropuertos (en los cinco últimos años, la mayoría de inmigracón ilegal en EEUU no es hispana sino asiática) y, sobre todo, que sus hijos, muchos de ellos inscritos en el ejército, no sean utilizados como infantería colonial en las guerras "para establecer la democracia" de la "era Clinton" y que Hillary, fiel y amantísima esposa (en este terreno) quería conservar.

Esto es lo que trae la generalitat valenciana gobernada por la izquierda: si los años del PP fueron los de la corrupción indiscutible y las fantasías faraónicas, la izquierda ha partido más modestamente mirando hacia atrás. Y luego nos quejamos de que la ultraderecha tienen tortícolis de tanto celebrar fechas históricas: la izquierda comparte también estos cultos necrológicos. Y de qué manera. Francamente, intentar localizar 300 fosas e hace 77 años es como si en 1957, al franquismo se le hubiera ocurrido localizar fosas de carlistas fusilados por isabelinos. Pero hay que ser justos: ¿que otra cosa tiene la izquierda que ofrecer sino ese permanente resentimiento hacia 40 años en los que se les privó de libertad, democracia y poltrona?

El PSOE ha perdido 50.000 militantes en los últimos años... La noticia no es completamente sorprendente. De hecho, lo que sorprende es que todavía queden socialistas que crean que van a poer sacar a su sigla del marasmo en la que la dejó ZP. Son los riesgos de abandonar la socialdemocracia por la ideología de ONG y de cerrar su "gobierno" tapando los agujeros negros de la banca. Luego ya no puedes ofrecer nada más que babosas ideológicashttp://www.elconfidencial.com/espana/2016-11-10/crisis-psoe-50-000-militantes-ultimos-ocho-anos-desde-2008_1287316/

Ni el Brexit fue una catástrofe económica internacional (a pesar de anunciarse, en apenas cinco días el riesgo ya se había disipado)- ni la alarma bursatil por la elección de Trump duró más que unas horas. Incluso el mundo del dinero se ha hecho a la idea de que la globalización no es un camino de rosas y que quizás, medidas proteccionistas y el retorno al keynesianismo no serían del todo erróneas...

LAS SERIES DEL DÍA
VICTOR ROS: “DETECTIVE ESPAÑOL”

Los franceses tuvieron su Vidoq (policía verdaderamente existente, antiguo delincuente, que fue llevado al cine por Pitof en 2001) y su Maigret, los ingleses a su Sherlock Holmes y a su miss Marple, los norteamericanos a su Jim West, a su Sam Spade y a su Philip Marlowe y los belgas –cómo no– a su Poirot; incluso los chinos podían sentirse orgullosos de su Charlie Chan (el detective norteamericano de origen chino creado por Earl Derr Biggers y que dio lugar a dos docenas de películas en los años 30-40). Aquí en España, sin embargo, no hubo ningún nombre capaz de convertirse en “detective español” por excelencia. Cuando se intentó, los productos no fueron del todo convincentes y, para abaratar costes, se situaron en períodos modernos (Olmos y Robles [2014-2016], Los misterios de Laura [2009-2014], Mar de plástico [2015-2016], por no hablar de Los hombres de Paco [2005-2010, cuyo éxito, dicho sea de paso, todavía no hemos conseguido explicarnos). Solamente El Caso: crónica de sucesos (2015) consiguió retrasar la línea del tiempo a los años 60-70. Nada, en cualquier caso, comparable a las figuras de los investigadores internacionales citados. Debió de llegar Víctor Ros para crear un personaje equiparable a los orgullos nacionales de otros países.


LAS AVENTURAS DEL JOVEN INDIANA JONES

Es posible que pocas series hayan sido tan controvertidas como ésta. Nacida al calor de la trilogía de Indiana Jones, como una precuela, la serie recibió elogios de un sector de la crítica y ataques inmisericordes por otro sector; así mismo, el público no la acogió de manera unánime: hubo, también, división de opiniones. Con el paso del tiempo, quienes la amaron, han tendido a convertirla en serie culto; los que denostaban de ella, simplemente, la han olvidado. Todo depende de lo que se esperase de ella. 

Escrita, como los largometrajes protagonizados por Indiana Jones, en clave de comedia, por nuestra parte, consideramos que en ciertos aspectos esta serie es superior. Y esto por un simple motivo: mientras que las tres películas protagonizadas por Harrison Ford, son puro divertimento, aventura por la aventura (a veces disparatada, en otras sin pies ni cabeza), sin ningún tipo de ambición más allá que la de entretener y sobresaltar al público, en cambio cada episodio de la precuela (es decir, de la serie que trata sobre el tiempo anterior al que mostraron los largometrajes), además de estos elementos, el espectador aprende datos sobre la historia de los primeros años del siglo XX.